5 de junio de 2008

Katrina Sanguinetti Tachibana, versión 2.Tell Magazine http://www.tell.cl

*La actual directora de SERNATUR Región de Valparaíso, concejala del municipio porteño, profesora de música, ex directora de SERNAM y ex Seremi de Gobierno, hoy ve la vida con otros ojos; aprecia cada segundo e intenta bajar las revoluciones, tras sufrir, hace un año, un aneurisma cerebral que bien podría haberle causado la muerte. Esbelta, radiante, alegre, aunque pirinola como siempre, es Katrina Sanguinetti Tachibana, la directora de SERNATUR y concejala, quien hoy ve la vida con otros ojos, estableciendo prioridades y dueña de una actitud muy distinta. Dios, la vida o el destino quiso que, hace poco más de un año, sufriera un aneurisma cerebral del que se recuperó satisfactoriamente, pero que, no obstante, sirvió para chantar el freno en su vertiginoso mundo. Conversamos con una mujer nueva, con la versión 2.0 de Katrina, quien nació y se crió en el Cerro Barón porteño, estudió en la Escuela Básica 71 y en el Liceo 1 de Valparaíso y vivió gran parte de su vida en una casona antigua, heredada por sus abuelos. “Siempre he defendido los barrios, porque el mío era encantador. Compartía con hijos de profesionales, obreros, inmigrantes, modistas, dueñas de casa, etc., o sea, una heterogeneidad que le daba riqueza al barrio y a mi vida”. Es la mayor de cinco hermanos y recuerda sus años de infancia con alegría: “pasábamos harto en la casa, porque mis padres eran profesionales y trabajaban fuera. Por ende, teníamos harta libertad para escoger las actividades que nos interesaban. Él se llamaba Luis Sanguinetti, era vista de Aduanas y profesor de historia y geografía; ella es Inés Tachibana, que fue por años profesora normalista, de castellano y de psicología en la Universidad de Chile. En familia solíamos ir harto a pescar a Mantagua y Peñuelas, a pasear al Jardín Botánico, a comer las famosas empanadas de mariscos en Concón, y en Valparaíso nos encantaba disfrutar la comida china en el Pekín, las pizzas de La Riviera y las milanesas del Bogarín”. .- ¿Qué está más presente en tu personalidad, la sangre italiana o la japonesa?.

Mi abuelo Noboru era japonés y parte de mi infancia la viví con él y con mi abuela Auristela, con ellos aprendí a disfrutar de la cultura japonesa. En 1997, mientras trabajaba en SERNAM, fui becada a Japón y conocí a mis parientes; ahí me di cuenta por qué soy tan rápida, acelerada y vivo corriendo de allá para acá. De ellos también tengo el fuerte sentido de trabajo en equipo y -de hecho- todos los logros profesionales y personales en mi vida sé que se han dado gracias a la colaboración del resto. La veta italiana es paterna, viene de mi bisabuelo; como ellos, soy estridente, me encanta cantar, ver la RAI en televisión, me fascina la moda italiana y su ligazón con el patrimonio, que comprobé en un viaje a Italia con mi marido. En todo caso, me siento absolutamente chilena.

MOCHILEANDO EN ARGENTINA

Su primer viaje fuera de Chile fue a Mendoza, Argentina: “tenía doce años y de tanto llorar e insistir, logré colarme en un viaje de mi papá”. Este vínculo con el país transandino se reactivó algunos años más tarde, cuando acababa de morir su padre (a los 38 años) y ella cursaba el primer año de Música en la Universidad Católica de Valparaíso.

.- ¿Cómo te afectó la muerte de tu padre?.

Fue muy duro, él era jefe de la Policía Aduanera y fue becado a Francia para hacer un curso especial sobre este tema. Para el Golpe Militar fue llamado y torturado. Lo que le llevó a quitarse la vida en la motonave Maipo. Era el año 1973, en que perdí de vista a muchos amigos; tuve que reinventarme y buscar cómo ser feliz.

.- ¿Qué hiciste?.

Con una amiga el alma- Ana María Lepe- nos fuimos a dedo a Argentina, avisé en mi casa que me iba a mochilear unas semanas y no volví en más de un año. Pasé por Mendoza, pero finalmente me radiqué en Buenos Aires, donde trabajamos de temporeras en packing de frutas y en una joyería. En eso se dio la posibilidad de irme a Francia, estaba todo listo, pero me vino una nostalgia enorme por la familia y mi país. Me di cuenta de que tenía que vivir en Chile contra viento y marea. Volví a la universidad y pude terminar mi carrera sin problemas.

.- ¿Ahí te convertiste en la profe de música?.

Sí, ejercí 16 años, partí en la Escuela Básica 71, la misma donde yo estudié, después en el Liceo 5, Liceo Pedro Montt, La Igualdad, Colegio Luterano, etc. Lo pasé muy bien, muchas veces me vi superada por los alumnos, que se convertirían en destacados instrumentistas. Mi área de especialización fue el folclore, de hecho, fui ayudante de Margot Loyola en la UCV.

LABOR PÚBLICA

Desde muy pequeña empezó a crecer el interés por la política en la mente de Katrina. Su padre era socialista y en su casa se hacía reuniones cotidianamente. “A los 13 años alguien me dijo por qué no pedía permiso a mi papá para ser militante; me salté lo del permiso e ingresé al partido. Yo estoy orgullosa y agradecida de ser socialista”.

.- ¿Cómo llegaste a trabajar en el sistema público?.

Uno cuando desarrolla habilidades políticas, desarrolla habilidades sociales también, por tanto, cuando se dio la posibilidad de ocupar un cargo público, me interesé por el SERNAM (Servicio Nacional de la Mujer). Esto se vincula con el hecho de que soy tremendamente feminista, algo que me inculcaron algunas profesoras del liceo.

.- ¿Tus principales logros en SERNAM?.

En los seis años en que estuve ahí logramos –entre otras muchas cosas que tengo grabadas en el corazón- la formación de la Red Territorial con oficinas municipales de la mujer, lo que derivó en un diálogo permanente para el trabajo de género, vinculado con el empoderamiento de la mujer, el tratamiento de la violencia intrafamiliar y la instalación de programas.

.- De ahí pasaste a ser Seremi de Gobierno…

Claro, en esos dos años, nos tocó asumir todo el tema de instalar la institucionalidad cultural en Valparaíso. Fue la época del primer Carnaval Cultural con Barcelona invitado, del nacimiento de Balmaceda 1215, el inicio de las Escuelas de Rock y tanto más. Toda la gente cree que las cosas vienen hechas, pero la verdad es que no importa el cargo que uno ocupa, igual hay que luchar por conseguir los espacios, los fondos, la gente y contar con la buena voluntad de los privados que, en ocasiones, me han facilitado muchísimo las cosas.

.- ¿Y por qué saltas al turismo?.

Tuve la iniciativa de exponer a la autoridad que yo podía aportar en turismo, área que requería urgente un rediseño de gestión. Esta ha sido siempre mi fortaleza como funcionaria pública, el ser capaz de armar equipos y diseños de gestión que resulten –sin modestia- exitosos. Oscar Santelices, el Director Nacional del Servicio Nacional de Turismo SERNATUR, aceptó la propuesta y asumí como directora de Turismo de la región el año 2002.

.- ¿Cuál ha sido tu sello en estos seis años en SERNATUR?.

Armamos la red de turismo regional, con municipios, privados, otras instituciones públicas, comunidades; algo clave para el crecimiento del sector es la articulación. Terminamos, además, con el estigma de que SERNATUR, por contar con un presupuesto reducido, no lograría incidir en el desarrollo turístico regional. Hemos demostrado que nuestras fortalezas están en la gestión. El profesionalismo y conocimientos que tienen mis compañeras y compañeros de trabajo han permitido mantener y levantar un desarrollo más armónico, con nuevos productos y una correcta orientación. Conseguimos instaurar el sello de intereses especiales, cada territorio tiene una vocación, ya sea sol y playas, turismo arqueológico, religioso, ecológico, etc. Destaco, también, la fuerte vinculación con el sector privado, nos hemos sentado en una misma mesa para resolver los problemas en conjunto.

“La relación con CONSETUR ha sido extraordinaria, si el turismo goza de buena salud en esta región es porque hemos sabido ponernos de acuerdo. Ni SERNATUR intenta meterse en el área que le corresponde liderar a los privados, ni ellos en la nuestra”.

.- ¿Cómo ha sido la relación con CONSETUR, el Consejo Superior de Turismo Región de Valparaíso? .

Extraordinaria, si el turismo goza de buena salud en esta región es porque hemos sabido ponernos de acuerdo. Ni SERNATUR intenta meterse en el área que le corresponde liderar a los privados, ni ellos en la nuestra, ambos estamos trabajando con una estrategia común.

.- ¿En qué falta avanzar en turismo?.

En planificación territorial, los municipios en esto tienen mucho que decir. Sus planes reguladores deben ser demostrativos de lo que la comuna dice tener como vocación. También es vital tener sellos de calidad y sistematizar los productos turísticos, insistiendo en la conservación del patrimonio natural y cultural. Otra cosa urgente es mejorar la imagen de Valparaíso; ser Patrimonio de la Humanidad es una oportunidad para atraer a turistas extranjeros, lo que tiene un efecto positivo para la región. El aseo y la infraestructura urbana debería ser una prioridad.

.- ¿Cómo evalúas la temporada de verano 2008?

Cada año es mejor. Según las cifras nacionales, como destino Valparaíso–Viña tenemos una tasa de participación del 36.2% y Santiago y sus alrededores, el 46.8%. Ahora, hay que incluir un 8% del resto del litoral, lo que sumado da un 44.2%, por ende, estamos casi empatados para llegar a ser la región más visitada del país. Los argentinos nos siguen prefiriendo, han llegado muchísimos brasileños y europeos, donde queremos apuntar más.

LICENCIA PARA VIVIR

“Después de ser operada por el aneurisma que sufrí hace un año, volví a casa sin secuelas y empezó mi cambio integral.

Este evento tan extremo gatilló en mí un susto terrible a vivir más achaques”.

La cocina, los viajes, los objetos de colección son algunas de las pasiones de esta mujer, madre de dos hijas (Cibeles de 32 años y Zsu de 29) y esposa en segundas nupcias -hace 30 años- de Miguel Ramírez, quien trabaja en la Secretaría Ministerial de Educación. Uno de sus sueños es escribir un libro sobre nuestra historia local actual, citando a numerosos personajes interesantes y colaborar siempre con la mantención del patrimonio.

En su vida laboral pública, Katrina sólo había tomado licencia una vez, por un resfrío eterno que contrajo tras participar en una Feria de Turismo en España. Su salud parecía de hierro, hasta aquella fatídica noche de enero del 2007. “Eran pasadas las 20:00 horas, yo asistí a la inauguración de una exposición en la Piedra Feliz, estaba conversando tranquilamente cuando de pronto sentí un fuerte dolor en el cuello y me desmayé. Cuando desperté, lo primero que dije fue “aneurisma”, no sé por qué recordé esa palabra, pero después de muchos exámenes se detectó que era precisamente eso lo que tenía. Me llevaron al Hospital Carlos Van Buren, donde me atendieron de manera óptima”.

El aneurisma cerebral es una dilatación focal de una arteria por una debilidad de su pared, que puede romperse provocando una hemorragia intracraneal y ser causa de muerte o serias complicaciones. También puede manifestarse por la compresión de estructuras intracraneanas como nervios o el cerebro propiamente tal, causando parálisis, dolor de cabeza, náuseas, vómitos u otros problemas neurológicos.

.- Sé que tuviste que parar la máquina más de tres meses, ¿cómo lo enfrentaste?.

Después de ser operada volví a casa sin secuelas y empezó mi cambio integral. Este evento tan extremo gatilló en mí un susto terrible a vivir más achaques. Los primeros días tenía la sensación de que me iba a morir en la mañana, en la tarde y en la noche. Así que, desde entonces, me he ocupado de mantener una dieta y peso adecuado, hacer ejercicio, para seguir siendo lo más sana posible y disfrutar la vida y a los míos a concho.

.- ¿Aprendiste a priorizar?.

Estoy en eso, hoy ya no me doy atracones de trabajo hasta la madrugada como antes, intento desconectarme los fines de semana –salvo cuando hay muchos turistas en la zona- y me concentro efectivamente en lo prioritario. Selecciono lo que debo hacer, cómo lo debo hacer y cuánto tiempo tengo para ello.

.- Una vez que jubiles, ¿te has planteado alguna vez la posibilidad de trabajar como privada?.

Me cuesta imaginarlo, recién tengo 52 años (los cumplo en abril), pero cuando llega la edad de jubilar, creo que uno debe hacerlo. En esa situación, como mi única habilidad distinta es cocinar, tendría que instalar un restaurante.

.- ¿Sí?, ¿cuál es tu especialidad gastronómica?.

Invento todos mis platos, mi especialidad son las ensaladas con rúcula, zanahoria, lechugas sedosas, aliño de ajinomoto y jengibre. Me encanta preparar arroz, guisos, sopas, ceviche de corvina y sushi, todo esto me queda maravilloso.

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3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me encantó la entrevista y nada de ego. Hablaste así de todo y sin callar es excelente
No me mandaste la foto de tu abuela, ni de tu papa contigo. Ni de la Foto de todo el curso egresado.
Escribí el artículo anterior o sea lo terminé estaba en el horno hace meses, y puse la entrevista. Se te ve hermosa en la foto
Por eso buscando, encontré el articulo envié la solicitud de permiso y lo publiqué.
Ah ya esta la estafeta para que no sea tan zurda, estas invitada a ser una de las autoras o te niegues así entrelazas a tus amistades.

Unknown dijo...

Por esas curiosidades de la vida encontre este apellido, me recorde del hermano de Katrina, que estudio conmigo en la Escuela Industrial de Valparaiso, recuerdo haber ido a tu casa, habia un cuadro de tu abuelo,Espadas, creo que venia de una tradicion samurai, algo asi, vivian por el cerro baron creo, te estoy hablando de la decada del 70, han pasado muchos años, me rei mucho porque bromebamos a tu hermano con fideo y arroz haciendo alusion a un apellido italiano y japones, me llamo particularmente la atencion que las veces que fui a tu casa nunca parecia haber nadie, y me olia a museo con tantos recuerdos, luego me fui del pais, pero nunca olvide ciertos apellidos de mis compañeros de secundaria, e aqui la evocacion. Abrazos fraternales.

Luis Vega Vergara.
lvega vergara@gmail.com

Luis vega Vergara dijo...

Por esas curiosidades de la vida encontre este apellido, me recorde del hermano de Katrina, que estudio conmigo en la Escuela Industrial de Valparaiso, recuerdo haber ido a tu casa, habia un cuadro de tu abuelo,Espadas, creo que venia de una tradicion samurai, algo asi, vivian por el cerro baron creo, te estoy hablando de la decada del 70, han pasado muchos años, me rei mucho porque bromebamos a tu hermano con fideo y arroz haciendo alusion a un apellido italiano y japones, me llamo particularmente la atencion que las veces que fui a tu casa nunca parecia haber nadie, y me olia a museo con tantos recuerdos, luego me fui del pais, pero nunca olvide ciertos apellidos de mis compañeros de secundaria, e aqui la evocacion. Abrazos fraternales.

Luis Vega Vergara.
lvega vergara@gmail.com