El aporte que se esperaba. Por Pilar Sanchez Latorre

Chicas Chicas,¡ alto ahí!, lo que hicimos o dejamos de hacer en ese momento fue nada más ni nada menos que mantener el rumbo de nuestro norte peregrino que nos mantuvo alertas, encumbradas, entusiastas, luchadoras, soñadoras y felices. Escribí por espacio de 20 horas el mamotreto constitucional al que aluden, lo saque de los apuntes de todas, de mi cabeza y de las clases de la Violeta Tang, a máquina a seis copias con papel de carbón y miles de errores de ortografía, lo que logramos con eso quedo en el segundo el cual inmortaliza la foto que esta a la derecha de este blog. Observando ese instante en el cual se lo entregamos a la señora Ilse ¡ en su mano!, no dimensionamos que los espacios que abríamos serian históricos y luego se cerrarían por años al igual que nuestra vida, para dar paso a este instante en que sentada ante mi computador escribo esto en Arica Chile, con una hija de 23 años, un ex,-socio machista-porteño, que se la pelo en el Lebu, y una corporación de derecho privado que fundé a pulso y trabaja con adultos mayores.

¡Pucha ha!, quien se lo habría imaginado en ese segundo histórico en que entregamos ese tan mentado mamotreto institucional.

Besos para todas las que caigan en estas letras y mis respetos a Rosa que me aguanto este invierno en su casa por un mes,

Katrina que se me escabulle,

y Sarita la porteñita, las cuales han tomado esta cruzada mucho mas a pecho que yo, que me chupo cada vez que intento contarles algo desde aquí. La Pilar Sánchez