25 de marzo de 2008

Sencilla y profunda eras Quena. Por Rosa Gutierrez Silva

"Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y... los que luchan toda la vida: esos son los imprescindibles". Bertolt Brecht.“
Dedico este pequeño relato de tu vida a Maritza Fuentes M. y a Sara Lopez Lazcano que permitieron este reencuentro de vidas; rgs
Era el año 1974, se sentía el verano en Valparaíso, las clases habían ya finalizado y en la subida Washington 156, mi casa materna en la que no teníamos teléfono, así es que al sentir los golpes en la puerta nos sobresaltamos y mi madre me dice ¿Quien será? Me sentí feliz de verla.
Era Quena…¿Quién se aventuraría a visitarme?, solamente ella lo podía hacer.Con su inocencia e inmensa solidaridad se acercaba a “mi casa, al domicilio de una comunista a la que le habían allanado ya 5 veces la casa y tenia sobre mi el control de la DINA, yo firmaba todos los domingos en una comisaría”. En el liceo y en la vida, con las otras militantes no nos hablamos; Ni nos saludábamos, ni en la calle. Que silencio siniestro y atroz se abatía sobre los que habían tenido un compromiso con la vida, así habían transcurrido los meses después del Golpe en 1973.
Sin embargo Quena pudo con ese miedo, con sencillez profunda fue hasta mi casa…, tendría 17 años pero era madura y solo fue posible el compartir 9 meses de amistad. Ella era la única que fuera de mi familia sabia que me había casado, estaba enamorada pero era necesario también para poder fugarme de Chile, ya que debía tener 21 años[1]. En el Liceo Amada Parra una profesora me lo había aconsejado de la misma manera.
Quena me traía un sobre, al dármelo me abrazó como siempre y me dijo: Qué lástima que no te inscribiste en la Universidad, yo le dije tenia miedo sin poder explicarle que me habían prohibido. Me dijo: “¿no se como ayudarte?, pero puedes contar conmigo”, se iba de vacaciones. No recuerdo adonde con su familia y dejo el sobre. Yo no quería que se quedara mucho tiempo en casa, temía por ella.El sobre tenía 100 dólares y una pequeña carta aun conservo y ahora saco del baúl de mis recuerdos y que me ha acompañado 38 años y decía:
"Rosa,
querida amiga:
No se que comprarte, pero se que necesitaras cosas para tu casa.
Se que harás mejor uso que yo, además eres la primera amiga que se casa y no sabría hacerlo mejor que tu, con todo mi cariño
Quena"
Si tú supieras Quena, que ese dinero seria el único con los que salí de Chile el 5 de Septiembre del 1974 y que me ayudarían a sobrevivir en Buenos Aires, esa selva de cemento, que se me vino encima cuando desembarque en Retiro por tren desde Mendoza.
Ese recuerdo permaneció en mi porque me ayudaste a sobrevivir. Nunca más la vi.
Al retornar a Chile y pasadas la euforias quise ubicarla aproximadamente por el 1990, le pedí a mi sobrina que la ubicara le decía es medica es psiquiatra, esto hace 15 años, nunca la pude reencontrar un día me acerque a la casa de sus padres y tuve miedo no lo se, porque ahora lo se.
¿Quién era Quena?
Eugenia Pérez Barrientos, llegó al cuarto medio del liceo en el segundo semestre, venia de Estados Unidos país en el cual había estado un año, en el año 1972; ella era sonriente con dientes de conejo y pecosa una hermosa niña muy inteligente que quería ser médica psiquiatra y a mi me cayo re-bien siempre.
Yo era militante de esas apasionadas súper apasionada, pero de ella no me importaba, solo me dio bolilla[2] y eso fue lo importante.
Después del once de Septiembre de ese año, la “sentí”, teníamos una profesora de matemáticas de la cual no tengo bien su nombre que me dijo “es una chica muy generosa e inteligente acércate mas a ella"
La verdad que es quién se acerco a mi fue ella, no tenia prejuicios y venia con la mentalidad abierta y una madurez que me sorprendieron. Cada vez que volvía de las detenciones al liceo ella me abrazaba y más de una vez me invito a su casa, vivían en uno norte en un segundo o tercer piso y su dormitorio a uno norte había dos camas la otra era de su hermana.
Le fascinaba hacer experimentaciones con fotos. Según ella desinhibía y me mostró en su habitación unas fotos traviesas que había sacado (eran para matarse de la risa), eran los pies de una chica sacándose el calzón a diferentes alturas. Era una amistad sana y sobretodo sincera. Me propuso sacarnos fotos en el Liceo, al otro día en mes de Octubre lo recuerdo muy bien. Llego con la cámara y un rollo de 12 fotos blanco y negro, me regalo el revelado completo, que mando a hacer en viña.
Gracias a ella puedo contar, con fotos de mi cuarto medio que saco del cajón de mis recuerdos y comparto.Reíamos mucho y estudiamos poco, teníamos buena memoria las dos, ella me acompaño y protegió hasta que terminamos el segundo semestre sino hubiese sido por ella habría largado todo.
Además porqué no decirlo al acercarse ella, el curso que la admiraba la siguió y yo siempre estuve rodeada de chicas de la DC[3] incluso.Nunca hablamos de mi detención, pero sus abrazos y su compañía me reconfortarían como no pudieron hacer mis amigas, significó muchísimo para mi; me habló de lo diferente que eran las chicas en USA, me relataría una anécdota en la cual un muchacho le habían propuesto hacer el amor y que ella dijo no. el joven le dijo al final de ese año lectivo. “harás muy feliz a tu marido”
Kena, pasaste por mi vida en un momento muy difícil de jóvenes de años, tengo todas las fotos. Sino las guardaste puedo acercárselas a tu familia. Es una deuda fraternal para que te conozcan más. Cuando pueda este fin de año ira a abrazarte se que me sentirás, he sido enfermera 28 años y lo sigo siendo de alma.
Estoy segura que podré llegar a ti…rgs
[1] La mayoría de edad uno la tenia a los 21 años en esos tiempos.
[2] Bolilla : es dar atención no recuerdo creo que es una forma de decir argentina
[3] Juventud Demócrata Cristiana

1 comentario:

Anónimo dijo...

HISTORIAS DE LABERINTOS ha dejado un nuevo comentario en su entrada "Sencilla y profunda, eras Quena":

Rosa de los Vientos:
Cuando leo la historia de Quena, algo me pasa y no puedo evitar contarte, que Quena y Ceciia son reflejos de la gran madre que tienen, Antonieta es una gran persona, una mujer maravillosa.
Espero que a fin de año nos podamos encontrar con ellas.