21 de abril de 2008

El día que conocí a Ana Lepe . Katrina Sanguinetti Tachibana.

Amigas: recuerdo dedicado a Ana Lepe Recién empezaba el tercero medio, me había ido a letras y mi profesora jefa era la gran Violeta Tank.
Un buen día se me acercó Ana una compañera del curso de al lado y me preguntó ¿tú eres Katrina?.
Le contesté afirmativamente, inmediatamente me dijo, me dieron tu nombre y me indicaron que eras socialista, claro le contesté.
Desde ese día iniciamos una amistad tan férrea que dura hasta hoy a pesar de la distancia.
Vivimos grandes alegrías, pololeamos con amigos para andar juntas, peluseamos de lo lindo, teníamos hasta códigos de comunicación, si hasta hablábamos en ruso ja ja ja sonaba así: amigosky que ricosky están esos minosky, la otra contestaba carooosky eso lo hacíamos rápido para que no nos entendieran. Son los más bellos recuerdos de adolescente que tengo, haber encontrado una partner.
De allí para adelante no nos separamos nunca, dormíamos en mi casa o en la de ella pero, pasábamos todo el día juntas, su abuelita Inés le daba permiso pues pensaba que estábamos en mi casa y mi papá pensaba que estábamos en la de Ana.
Yo debí soportar el arroz con tomates casi todos los días era la única comida que le gustaba a Ana, aprendí con ella el gusto por la ropa ,mi amiga era trapera, fue tan contagioso ese virus para mi que hasta hoy me dura la enfermedad por los trapos.
Por esta razón en aquel tiempo para las concentraciones nos hacían desfilar encabezando las columnas del partido llevando la bandera del PS y la Chilena seguidas de la banda de los viejos socialistas , también nos mandaban siempre a vender el diario del PS, eran como verdaderas pruebas de compromiso con el proletariado.
Recuerdo Aquel 18 de septiembre en que salimos de mi casa un 16 y nos fuimos a El Parque Alejo Barrios donde se instalan las ramadas, la JS tenía una carpa donde nosotras nos quedamos a bailar y DORMIR hasta que el 18 llegó mi papá y mi mamá a buscarnos de un ala pues no habíamos pedido permiso y con esto de engrupir a mi papá y a la abuelita de Ana habíamos pasado piola pero ,en mi casa sospecharon y nos encontraron, imagínense trasnochadas, chasconas, hasta cochinas por la mansa fiestoca.
¡ Que días, que amigas ¡ compartimos alegrías, penas, miedos, sueños, comidas, pellejerías por eso te digo amiga Ana al igual que la canción Te llevo bajo mi piel

1 comentario:

Anónimo dijo...

Saben chicas ?
Aun recuerdo el día que llegue a Buenos Aires caluroso y húmedo vivían en Corrientes 1212 en una ochava como en el quinto piso y a pesar de ser un montón nos recibieron con nuestras tres maletas. Víctor como vio que éramos una multitud nos fuimos a un hotel en la Calle San Martín que eran todos burdeles. Estuvimos una semana hasta mudarnos por otro año al Hotel de Laprida.
Nunca les dije mil pero mil gracias